Uno de los primeros términos riojanos en regenerar el cultivo de la vid después de la plaga de filoxera importada de Francia fue el de Fuenmayor. En este pueblo, situado en el extremo oriental de la franja de Rioja Alta, los vitivinicultores que nos precedieron invirtieron su trabajo y su sabiduría en sacar adelante plantaciones de tempranillos, mazuelos, viuras y garnachas a partir de injertos americanos que, andando el tiempo, se convertirían en la riqueza más sustantiva del lugar. Entre aquellos agricultores y vinateros dispuestos a acometer con valentía los cambios que se estaban operando en el sector en los albores del siglo XX estaba Don Luis Foncea, abuelo del fundador de Bodegas Vallemayor, Don Luis Pérez Foncea.